Reseña historica

La idea de crear el colegio del Llano nació en la Quinquenal de la Unión Colombiana Venezolana celebrada en noviembre de 1974. El entonces presidente Jorge Carambot lanzó el desafío a los presidentes de los campos de Colombia para que crearan un colegio secundario de internado para descongestionar a ICOLVEN, ofreciéndole el apoyo al primero que se lanzara. Horas más tarde el pastor Henry Nieman presidente de la Asociación del Alto Magdalena, convocó en una de las aulas del bachillerato de ICOLVEN a todos los miembros de la Junta de su campo que se hallaban presentes y  pidió para que en ese campo se realizara dicho proyecto.

En una junta posterior  en la ciudad de  Bogotá se nombró una comisión para buscar la finca dónde desarrollar el proyecto. Se vieron algunas en la zona del Magdalena, en el Norte del Tolima, Barbosa, Santander, Paipa, Boyacá, en el Ariari cerca de Lejanías y finalmente la de Puerto López. La primer visita a la finca la hizo la comisión conformada por: El hermano Raimundo Pardo, pastor José Leal, departamental de Educación, Jaime Penna, Secretario de la Asociación, Cristóbal Torres, tesorero y el presidente quien hizo una investigación en el Instituto Agustín Codazzi, para comprobar la clase de tierra, ubicación y vías de comunicación comprobando que dicha finca se encontraba ubicada en la mejor zona fértil de las vegas del Guayuriba, también que había sido aprobada la pavimentación de la carretera Villavicencio, Puerto López, lo que en pocos años adelante dejaría a la finca a hora y media de Villavicencio.

Incluso sobre el potencial de desarrollo de toda la zona de los Llanos que se convertiría en la futura despensa de Colombia.

La finca hacía parte de la antigua Hacienda Mata de Yuca propiedad del alemán Eugenio Smith, quien debido a las exigencias del INCORA (Instituto Colombiano de Reforma Agraria) debía parcelarla antes del 25 de Diciembre de 1975, para que no la despropiaran.

Después fue la Junta de la Asociación a mirarla y se procedió a hacer el negocio de 500 hectáreas a razón de $ 4.700 hectárea, para cancelarlos en un plazo de año y medio, posteriormente don Eugenio insistió para que se le comprara el último lote que le quedaba, de 350 hectáreas, entonces se procedió a hacer la nueva negociación, quedando la finca conformada por 850 Has.

Documento Completo, Click para descargar.